martes, 18 de enero de 2011

Día 6 de El Calafate a Bajo Caracoles - 15/01/11

Hola Amigos estoy en Bajo Caracoles, 503 km de El Calafate, 128 km de asfalto y 375 de ripio.

Me levante a las 6 y modifique la carga de la moto, el bolso de la ropa que era más pesado lo puse más cerca mío y sobre la parte donde iría un acompañante y corrí la mochila un poco más atrás, para que no fuera muy alto por el tema del viento. Mientras hacía esto en el patio del albergue se me acerca una persona y quien era? El motero de Sierra Grande que andaba en Super Tenere que iban a Tierra de Fuego y al no poder cruzar se llegaron al El Calafate, y hacían 3 días que estaban, la cubierta de atrás se le gasto y venia una en colectivo posiblemente hoy, nos despedimos con abrazo y como si nos hubiésemos conocido 100 años, el motoquero viajero por una razón que no, se existe una química no frecuente de amistad y solaridad.

Llené el tanque y los bidones de nafta y ocho y media de la mañana nuevamente en viaje 128 km de asfalto hasta el cruce de la ruta mano izquierda que va El Chalten y mas 35 km de asfalto llegue a Tres Lagos, un paraje con una estación de servicio YPF, lo que me llamaba la atención de estas estaciones de servicios que eran todas iguales, es que con un mismo plano hicieron todas, no sé cuantas habrán en la Patagonia. Nuevamente llene el tanque y el viento soplaba a 340 km aproximado estaba Bajo Caracoles, con una estación de servicio.

El camino por lo general íbamos por uno secundario porque se está haciendo la ruta, continuamente pasábamos de un lado hacia otro de la ruta nueva, ripio de canto rodado que me permitía ir creo a 30 km por hora, serrucho y sinuoso en cada bajada se juntaba lo más fino, banco de arena o canto rodado suelto, si aflojabas comenzaba a viborear la moto a punto de caerte por la técnica que use es cuando llegaba a eso banco entraba despacio y cuando la rueda trasera pisaba yo aceleraba y mucho, la moto recupera el equilibrio escupiendo piedra pero habeces el problema era cuando había curvas ahí te quiero ver. Viajaba 30 o 40 minutos y descansaba. Cuando salí del El Calafate no tomé nada porque pensaba hacerlo en Tres Lagos, no funcionaba la cafetera y el playero no tenía mucha onda.

Bastante trafico te llenaba de polvo, y piedras algunos disminuían la velocidad otros como venia pasaban te escupía piedras por todo lados. Elegía ir por la huella de mi mano miraba la de contramano y se cumplía una ley de Murfy, la del lado que vos no viajas esta mejor, pasar a otra huella era todo un tema, subir la parte del cordón arriba podría significar caerte, la parte superior era todo canto rodado suelto y chiquito así que habría que frenar, pasar lo más posible a 90° y arrancar de nuevo en esa maniobra tenias que ver como estaba el viento este te podía tirar, 15 o 20 minutos de viaje del lado que vos venias ya estaba insoportable, mirabas el otro carril y que pasaba, estaba mejor, en una pasada de esas me toco el cubre cárter y viajaba en esa zanja, que habían quedado todo el canto rodado grande, los brazos no se imaginan. A una hora de llegar a Bajo Caracoles me agarro la lluvia, me moje todo, la puta nube espero que yo llegara para vaciarse, me toco en una trepada larga de pendiente suave pero ya el suelo tenia mas arcilla que canto rodado, experiencia en el barro? Ninguna puse primera 3500 rpm y continúe, barro por todo lado, lo único positivo de esto que duro unos 10 minutos, suficiente para hacerme sopa y no me toco ningún vehículo que viajaba en contra. Ahora pueden creer que lloviera en medio de las montañas desérticas de la Patagonia, salió el y calor por lo cual se secó la ropa, como estaba la moto ni mejor no hablo.

El paisaje casi sin árboles todos colores marrones o grises, montañas, cerros, lomas, de todo a izquierda se veían los picos nevados.

Estaba muerto, no se imaginan cuanto deseaba llegar a Bajo Caracoles y alrededor de la 6 de la tarde llegue, con mucho viento, la estación de servicio no tenia nafta el dueño me quiso cobrar 280 $ la habitación, acá habría cuatro o cinco casa hoteles y camping, me pareció caro así que fui caminando donde decía hostel, parecía que estaba en esa películas de farwest, viento tierra volando a ras de piso yo que estaba muerto, los turista iban llegando y era una carrera quien encontraba lugar para dormí, 60 $ una habitación compartida y baño compartido a esta altura dormir en una cama era un lujo, desempaque y me instale, las pantorrillas estaban como piedras, me hice masajes, elongación tenía miedo que me agarrara un calambre, de apoco el musculo se hablando y me tire un rato en la cama, me dolía la mano derecha.

A las siete y media de la tarde con el sol arriba me estaba comiendo una tremenda chuleta con una salsa que no se dé que pero estaba riquísimo, dos papas hervidas grandes y una lata de cerveza, 60$, con la mano derecha no podía sostener el tenedor, el dedo pulgar e índice pareciese que tuviesen dormidos o acalambrados, al rato españoles se sentaron a cenar venían de Mendoza, CAMINANDO y recorriendo lagos por lagos hasta el glaciar, sabían de geografía del lugar más que yo, me levé los dientes y a las ocho y media estaba durmiendo. No sé a qué hora encendieron la luz y dos personas se instalaron, después me entere que dos mochileros, uno un ingles y otros australiano.

Hoy fue una experiencia única, real, no fácil, de esto se trata la mítica ruta 40, había hecho una etapa, no era lo calculado pero acá el secreto no es enloquecer, Rio Mayo parecía un sueño por ahí comenzaba el asfalto.

Mañana será otro Día













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