miércoles, 2 de marzo de 2011

Ruta 40 Reflexiones

REFLEXIONES

Después de un tiempo y como se dice por ahí, que las cosas se enfríen, he comenzado a resumir algunas reflexiones del viaje por la ruta 40 y por al país.

26 días, 10.500 km, cuando el 8 de enero partí nunca imagine lo que pasaría, dos años y medio planificando, haciendo la hoja de ruta, el listado de cosas he imaginando el viaje, la realidad resulto que no fue solo un paseo apasionante, divertido, peligroso, cansador y deslumbrado por lo hermoso que es nuestro país, si no que hubo otras cosas que fueron naciendo y descubriendo en el viaje.

Horas de viajes interminables, amaneceres soñadores y ocasos gratificantes por haber cumplido una meta, fue naciendo cosas que estaban dormidas o que uno creía que no existían, la vida y los hechos normales que uno no maneja nos van encasillando en una forma de vivir, pensar y actuar hasta llegar al conformismo de que este es nuestro destino que nos toco. El destino está ahí esperándonos, se puede modificar y se puede tener el control de tu vida. Este viaje me hizo comprender y entender que una frase conocida “me gusta lo que hago y todavía me pagan” no era tan así, hoy puedo decir lo que me gusta es viajar en moto, por destinos soñadores, por itinerarios desconocidos escuchar las voces de los lugareños, conocer su vidas, viajar por caminos desafiantes y por climas retadores.

En esta travesía también puedo decir que fue el descubrimiento de ser solidario un habito en des huso, el tiempo de otra persona dedicada exclusivamente para ayudarte en un problema deja desnudo nuestros egoísmos y nuestra comodidad por asumir un compromiso.

Puedes hacer muchos viajes y no descubrirás nada o puedes tener otra visión o descubrir una nueva visión de las cosas que te harán repensar en todos tus actos, lo esencial es aprovechar esta nueva mirada para entender tu vida, modificarla haciendo de ella algo hermoso.

Cada sueño por ahí es difícil de cumplir o hacer, por ahí lo puedes dividir a tu alcance y por etapas hacerlo, es solo proponérselo y en la escala de tu realidad tienes que comenzar a construirlo cuando lo logres tú te darás cuenta que el destino no es uno solo, se puede cambiar y si tienes esa capacidad serás otra persona.

Al acostarme en la noche y al estar 3 cuadras de la ruta 51, escucho el sonido de las cubiertas de los camiones viajando, me hacen recordar cuando estaba en Rio Mayo y por la ventana del primer piso del hospedaje entraba el sonido en forma descontinúa el ruido de las cubiertas de los autos en el ripio hasta altas horas o en Tucumán durmiendo en el hotel al lado de la autopista hacia Salta, son sonidos diferentes pero con un denominador común, es un sonido que me dice que tengo que volver a las rutas, me está llamando y siento nostalgia de tantas cosas recorridas. Cada día, cada hora una vivencia única, después de casi 26 días de llegar no puedo sacarme las fotos por momento que recuerdo, imagines que creo que perduran por mucho tiempo.

Personas que me encontrado me pregunta por el viaje por lo cual he contado no sé cuantas veces las tantas anécdotas que he vivido, por momento no ciento entusiasmo por contar lo mismo, pero no se qué pasa al ratito hablo y no paro de hablar y me encanta ese momento porque siento que estoy haciendo nuevamente el viaje.

Es muy difícil ser una nueva persona, solo he descubierto que hay otra forma de ver el mundo, estuve 26 días sin diarios, sin radio, sin televisión y esto creó un clima espectacular para la instalación e inserción de solamente del viaje como prioridad.

Realizar el viaje solo quizás no sea lo ideal, pero también aprendí a estar solo que cada decisión que tomaba, era tu idea, era tu acierto, era tu error y no quedaba nada de margen para zonas grises, ni tampoco culpar a otro o al destino, esto te hace que el apresuramiento de una acción puede llevarte al fracaso, al correr de los días el apresuramiento acostumbrado al ritmo de vida se fue lentamente al camino de la reflexión, y estar convencido de estar haciendo lo correcto, no había nadie para aconsejarte, nadie para guiarte, solo era el viaje y yo. Muchas veces pensé en abandonar, es lo más fácil, te recostad sobre una escusa y te sacas el problema. No se puede auto conformarse, viajar solo, solo vos serás el responsable del éxito o fracaso, esto te hace madurar en forma de reflexionar y actuar.

Hoy en insertado en ritmo de vida cotidiano, dentro de un sistema que hasta un tiempo pensaba que era lo único, ahora me es difícil encontrar un equilibrio entre el sueño y la realidad.

Solo sé que por las noches silenciosas escucho el sonido de las cubiertas un silbido característico y no me deja de revolver la idea de volver a los caminos, Machu Pichu comienza a ser un nuevo sueño y esto me tendrá sin viajar motivado en la organización del nuevo viaje.