RUTA 40 ARGENTINA
Viaje en Moto
REFLEXIONES
Después de un tiempo y como se
dice por ahí, que las cosas se enfríen, he comenzado a resumir algunas
reflexiones del viaje por la ruta 40 y por al país.
26 días, 10.500 km, cuando el 8
de enero del 2011 partí nunca imagine lo que pasaría, dos años y medio
planificando, haciendo la hoja de ruta, el listado de cosas, he imaginando el viaje, la realidad
resulto que no fue solo un paseo apasionante, divertido, peligroso, cansador y
deslumbrado por lo hermoso que es nuestro país, si no que hubo otras cosas que
fueron naciendo y descubriendo en el viaje.
Horas de viajes interminables,
amaneceres soñadores y ocasos gratificantes por haber cumplido una meta, fue
naciendo cosas que estaban dormidas o que uno creía que no existían, la vida y
los hechos normales que uno no maneja nos van encasillando en una forma de
vivir, pensar y actuar hasta llegar al conformismo de que este es nuestro
destino que nos tocó. El destino está ahí esperándonos, se puede
modificar y se puede tener el control de tu vida. Este viaje me hizo comprender
y entender que una frase conocida “me gusta lo que hago y todavía me pagan” no
era tan así, hoy puedo decir lo que me gusta es viajar en moto, por destinos
soñadores, por itinerarios desconocidos escuchar las voces de los lugareños,
conocer su vida, viajar por caminos desafiantes y por climas retadores.
En esta travesía también puedo
decir que fue el descubrimiento de ser solidario un habito en des huso, el tiempo de
otra persona dedicada exclusivamente para ayudarte en un problema deja desnudo
nuestros egoísmos y nuestra comodidad por asumir un compromiso.
Puedes hacer muchos viajes y no
descubrirás nada o puedes tener otra visión o descubrir una nueva visión de las
cosas que te harán repensar en todos tus actos, lo esencial es aprovechar esta
nueva mirada para entender tu vida, modificarla haciendo de ella algo hermoso.
Cada sueño por ahí es difícil de
cumplir o hacer, por ahí lo puedes dividir a tu alcance y por etapas hacerlo,
es solo pro ponérselo y en la escala de tu realidad tienes que comenzar a
construirlo cuando lo logres tú te darás cuenta que el destino no es uno solo,
se puede cambiar y si tienes esa capacidad serás otra persona.
Al acostarme en la noche y al
estar 3 cuadras de la ruta 51, escucho el sonido de las cubiertas de los
camiones viajando, me hacen recordar cuando estaba en Rîo Mayo y por la
ventana del primer piso del hospedaje entraba el sonido en forma descontinúa el
ruido de las cubiertas de los autos en el ripio hasta altas horas o en Tucumán
durmiendo en el hotel al lado de la autopista regresando de Salta, son sonidos
diferentes pero con un denominador común, es un sonido que me dice que
tengo que volver a las rutas, me está llamando y siento nostalgia de tantas
cosas recorridas. Cada día, cada hora una vivencia única, después de
casi 26 días de llegar no puedo sacarme las fotos por momento que recuerdo, imagines
que creo que perduran por mucho tiempo.
Personas que me encontrado me
pregunta por el viaje por lo cual he contado no sé cuantas veces las tantas anécdotas
que he vivido, por momento no siento entusiasmo por
contar lo mismo, pero no sé qué pasa al ratito hablo y no paro de hablar y me encanta ese momento
porque siento que estoy haciendo nuevamente el viaje.
Es muy difícil ser una nueva
persona, solo he descubierto que hay otra forma de ver el mundo, estuve 26 días
sin diarios, sin radio, sin televisión y esto creó un clima espectacular
para la instalación e inserción de solamente del viaje como prioridad.
Realizar el viaje solo quizás no
sea lo ideal, pero también aprendí a estar solo que cada decisión que tomaba,
era tu idea, era tu acierto, era tu error y no quedaba nada de margen para
zonas grises, ni tampoco culpar a otro o al destino, esto te hace que el
apresuramiento de una acción puede llevarte al fracaso, al correr de los días
el apresuramiento acostumbrado al ritmo de vida se fue lentamente al camino de
la reflexión, y estar convencido de estar haciendo lo correcto, no había nadie
para aconsejarte, nadie para guiarte, solo era el viaje y yo. Muchas veces
pensé en abandonar, es lo más fácil, te recostad sobre una escusa y te sacas el problema. No
se puede auto conformarse, viajar solo, solo vos serás el responsable del éxito
o fracaso, esto te hace madurar en forma de reflexionar y actuar.
Hoy en insertado en ritmo de vida
cotidiano, dentro de un sistema que hasta un tiempo pensaba que era lo único,
ahora me es difícil encontrar un equilibrio entre el sueño y la realidad.
Solo sé que por las noches
silenciosas escucho el sonido de las cubiertas un silbido característico y
no me deja de revolver la idea de volver a los caminos, Machu Pichu comienza a
ser un nuevo sueño y esto me tendrá sin viajar motivado en la organización del
nuevo viaje.
Un mañana sera otra historia y otro día